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viernes, 11 de febrero de 2011


Los números de las encuestas no le dan a Cristina

La crisis exploto en la provincia, el miedo de no ganar en primera vuelta se instalo en “Casa Rosada” y el primero en sufrir los embates es el gobernador Scioli, ignorado por el gobierno, este prepara su contraofensiva.

El sciolismo es un hervidero. El descontento por la posibilidad de que el Gobierno nacional habilite una lista colectora que bajo el paraguas "Cristina Presidente" compita con Daniel Scioli por la Gobernación, se respira en cada charla, en cada oficina política, en cada análisis.

Hombres que rodean al mandatario vienen exigiendo hace rato el gesto que nunca llega. Esto es: que la Casa Rosada diga que no avala ese mecanismo electoral.

Frente a lo que asoma como inevitable, en reuniones donde han estado presentes integrantes del Gabinete bonaerense e intendentes del conurbano se empezó a evaluar una jugada de máxima, fuerte, osada: allí se maneja la idea de que Scioli no se presente a la reelección si el kirchnerismo persiste con la estrategia de colgar a Martín Sabbatella de la boleta presidencial de Cristina Fernández.

El Gobernador ha estado presente en algunas de esas charlas pero las fuentes consultadas aseguran que nunca se le escuchó una palabra que avale esa hipótesis de choque. Tampoco la ha rechazado con tono de reto pero, en verdad, eso no significa un aval.

Otra etapa

Scioli asiste a la reedición de una costumbre que sufrió en vida de Néstor Kirchner: la de asediarlo y desconfiarle. El Gobernador nunca pudo entender los motivos de esto porque él considera que ha sido un soldado leal a la causa K.

Quienes lo conocen explican que sus sentimientos hacia el kirchnerismo pingüino cambiaron para siempre luego de aquel zamarreo al que lo sometió Kirchner, un mes antes de morir, en un acto en La Boca.

Eso marcó un límite, un hastío, del que Scioli no volvió aún después de la muerte del santacruceño. Incluso se ha reavivado en las últimas semanas porque el sciolismo considera que hay una embestida del hiperkirchnerismo contra el ministro de Seguridad y Justicia Ricardo Casal.

Los cálculos

La posible lista colectora de Sabatella significa que, el día de la elección general, Cristina (se supone que irá a la reelección) tendrá dos candidatos a gobernador: Scioli y el PJ bonaerense, por un lado, y el diputado de Morón y su esquema progresista no peronista, por el otro.

Para la Presidenta, todo beneficio, porque suma por dos carriles. Para Scioli, una segura pérdida de votos.

Dicen que en la Rosada quieren revertir lo del 2007, cuando el Gobernador cosechó más votos que la mandataria a pesar de compartir boleta. Los intendentes del justicialismo, salvo excepciones, aparecen como aliados naturales de la resistencia sciolista a la lista colectora.

Ellos tampoco quieren que en los distritos se instaure otra vez este mecanismo porque muy posiblemente les restaría concejales propios en el pago chico.

Ya existieron varias reuniones en las que se evaluó la jugada de fuerza del sciolismo. La última fue el lunes a la noche, en la residencia de un ministro del gabinete provincial, a la que asistieron otros funcionarios sciolistas y un par de intendentes del Gran Buenos Aires.

La carta fuerte

El sciolismo sabe que tiene una carta fuerte: el gobernador es, por lejos, el oficialista mejor posicionado. En cierta forma, la Presidenta no puede prescindir de él en Buenos Aires, el principal distrito del país, si persigue el objetivo de imponerse en primera vuelta.

A priori, la osadía de sacrificar su continuidad suena extraña en Scioli porque contradice su estilo moderado, ecuménico, negociador. Pero, traduciendo a una fuente que prefirió usar un lenguaje más bien de arrabal, aparentemente ahora estaría decidido a hacer valer su condición de hombre fuerte de la Provincia.

Si el Gobernador "compra" lo que barruntan sus espadas políticas, tal vez haya una sorpresa en la reunión del Consejo Provincial del PJ que debería realizarse en Mar del Plata el próximo 18 de febrero, convocada por su titular Hugo Moyano.

El sciolismo, en aparente alianza con los popes del conurbano, llevaría allí la moción de que el partido se expida en contra de una posible colectora con Sabatella a la cabeza.

"Para negociar allí iríamos con la tesis de que, en esas condiciones, Scioli no será candidato, se va a su casa y que se busquen a otro para ganar la Provincia", arriesgaba ayer uno de los halcones del Gobernador.

La reunión está en duda debido a que en la tarde-noche anterior, todos esos actores, incluidos Cristina y Scioli, se verán las caras en La Plata para la reinauguración del Estadio Único y acaso eso atente contra la movilización a La Feliz.