Todmorden el
pueblo autosuficiente ingles que cree
poder salvar el planeta
Asi se vive en todmorden
Todmorden es un pueblo de 16.000
habitantes, en el norte de Inglaterra, a escasos 20 minutos de Manchester. Es
la cuna de un movimiento revolucionario, que se está extendiendo a gran
velocidad, no solo por el Reino Unido, sino que ya encuentra eco en otros
muchos puntos del planeta.
TODO EL MUNDO COME GRATIS
EnTodmorden , voluntarios llenan
el pueblo de frutales y huertos por todos los rincones. ¡Y todos pueden comer
gratis de ellos! Así de fácil. Casi trescientos voluntarios dedican dos mañanas
al mes para plantar verduras y frutales, en 70 espacios públicos. Y muchos
otros ciudadanos se han animado a hacer lo propio en sus jardines privados.
El objetivo de Pam Warhust, promotora de la
iniciativa, es lograr una ciudad más habitable, y poder comer productos más
sanos, cultivados localmente. Y lo están consiguiendo.
Sírvase Vd. mismo
Nada más bajar de la estación de
tren, los reclamos omnipresentes de Incredible Edible invitan al visitante a ir
sirviéndose de manzanas y peras de los más de 800 frutales que se han plantado.
¿Te imaginas a los policías cuidando un huerto, frente a la
comisaría, y llevándose los choclos a casa? ¿Y lo mismo con los bomberos? ¿Podés
concebir un jardín de plantas medicinales junto al hospital?
Los ciudadanos de Todmorden han llenado de frutales las
calles, de huertos las escuelas… ¡y hasta el mismo cementerio!
Del turismo vegetal a la autosuficiencia
en huevos
Es tal el impacto que ha generado
la iniciativa, que podría decirse que han convertido a Todmorden en un museo
vivo, un auténtico jardín botánico que visitan personas llegadas desde todas
partes de Inglaterra. La ruta verde de Todmorden les ayuda a no perderse, y les
indica, en un mapa, los espacios y jardines cultivados.
La consecuencia es que, según un
estudio de la universidad, el 46% de los negocios locales de Todmorden han
crecido, gracias a esta idea.
“En la ciudad de todmorden creen tener
la fórmula para salvar el planeta”
En 2007, cuando todo empezó,
muchos lo veían como una excentricidad. Hoy, con la crisis, es casi una
necesidad. Una iniciativa sencilla, diríamos ingenua, ha dado pie a un pujante
movimiento de agricultura de proximidad, de cultivo colectivo y social, que ha
reconstruido el vínculo comunitario, y ha puesto en un lugar relevante la lucha
por el medio ambiente, en un contexto de crisis climática y energética.
Every Egg Matters (Cada huevo
importa) es una ambiciosa campaña que está llenando los patios del municipio de
gallinas. En 2018 esperan una producción de 30.000 huevos semanales,
suficientes para todos sus habitantes.