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domingo, 1 de octubre de 2017

LA SANGRIENTA BATALLA DE PUNTA INDIO: EL OTRO 2 DE ABRIL

La batalla de Punta Indio
El otro 2 de Abril



Quedara marcada en la historia argentina como una sangrienta muestra del egoísmo humano por acceder al poder mediante las armas, dejando 9 vidas y 29 mutilados en este juego de unos intolerantes en apenas 48 horas.

  La convulsionada y anárquica década del 60 vio nacer dos facciones en las Fuerzas Armadas. Azules y Colorados se enfrentaron duramente en 1962 y 1963, llegando al derramamiento de sangre.
 El anterior choque en 1962, que dejó 24 muertos y 87 heridos, se inició con un alzamiento del bando Colorado que buscó derrocar al presidente José María Guido.
En tres días los Azules se impusieron, lo que dio paso a purgas masivas en el Ejército y la Armada.

En ese momento, las tensiones internas del Ejército se tensaron hasta el conflicto armado.
Por un lado estaban los "azules", quienes consideraban al peronismo como un posible recurso en contra del avance del comunismo debido a su raigambre católica y nacional.
Por otro lado, los "colorados", que eran acérrimos antiperonistas, consideraban el peronismo una especie de antecedente del comunismo,
Luego de los enfrentamientos que llegaron a tener como escenario algunas plazas de la Capital Federal predominaron los azules, acaudillados por el general Juan Carlos Onganía, pero la gran batalla, olvidada para algunos historiadores se registro en la zona costera de Punta Indio.

EL OTRO 2 DE ABRIL


Existió otro 2 de abril, lamentablemente para el derramamiento de sangre entre hermanos y fue un día soleado de  1963.
A pesar de los rumores castrenses, nada daba para pensar que la paz social se rompería.
 Una mañana radiante de de sol fue la elegida por los conspiradores comandados por el sanguinario Almirante Rojas y fue el quien  propicio al plan de los conjurados, que pretendían ungir presidente a un conspirador veterano, el general retirado Benjamín Menéndez, "comandante en jefe de las fuerzas revolucionarias de Aire, Mar y Tierra".

LA LIBERTADORA NO PERDONO


La Armada se sumó casi en pleno a la sublevación.
En el Ejército, los rebeldes contrarios a la cúpula azul, encabezados por el General retirado Federico Toranzo Montero, lograron controlar algunas unidades del interior, mientras que en la Fuerza Aérea no pudo imponerse el sector minoritario del comodoro Lentino.

Para comprender esta pelea hay que retroceder a 1955, a la llamada Revolución Libertadora que derrocó a Perón y proscribió su movimiento.
En 1958, Arturo Frondizi pactó y ganó las elecciones con los votos del líder exiliado.
Los militares no se lo perdonaron, y menos que recibiera en secreto al Che Guevara en agosto de 1961.
Frondizi fue derrocado ocho meses después y en su lugar asumió el senador Guido, condicionado por el "Partido Militar".

La gran batalla


El combate más grave involucró al Regimiento C 8 de Tanques con asiento en Magdalena y a su vecina Base de Aviación Naval de Punta Indio.

El comandante de Punta Indio, Capitán de navío Santiago Sabarots, intimó sin éxito al jefe tanquista, coronel Alcides López Aufranc, a unirse a la revuelta.
 Desde una avioneta se arrojaron panfletos dando 20 minutos de plazo previos al ataque. "El escuadrón era un hormiguero, y la orden fue evacuar el cuartel.

A las 12.30 comenzó a ser atacado por aviones Panther y Corsario con fuego de metralla, bombas incendiarias y destructivas" , recuerda el conscripto clase 42 Hermindo Belastegui.

EL C8 NO SE RINDE

Impactado por años por esa vivencia, este ex obrero metalúrgico plasmó su recuerdo en El C-8 no se rinde, un libro que logró sacar a la calle muchos años después.
El libro relata cómo fueron atacados todo el día con más de cien bombas, también de napalm.
La tragedia de magdalena fue  escalofriante, todo el cuartel fue destruido por las bombas  donde los soldados conscriptos fallecido llegaron a 9 y 22 mutilados.

EL CONTRATAQUE DEL ZORRO DE MAGDALENA


El jefe del escuadrón de tanques de Magdalena Coronel Alcides Lopez Aufranc, apodado el “Zorro de Magdalena “ en clara alusión al General Erwin  Rommel el zorro del desierto, desplegó todo su poderío de tanques  que lo tenia escondido previamente entre los matorrales para no ser divisado por los aviones  Panther de la marina de guerra .
Luego de comprobar los destrozos que dejaron los bombardeos, arengo a su tropa sentado en un tanque y señalando, En marcha a Punta Indio y que no quede nada!!!.

Cuentan algunos habitantes de la localidad rural, que fue impresionante el despliegue  de tanques  por los campos y las cosechas, incluso las calles, el clima bélico se respiraba  con gran preocupación entre los vecinos, encerrados en sus casas veían pasar las columnas de tanques rumbo un escenario que en minutos se convertiría en un infierno.

Ya en Punta Indio y a metros de la base aérea Naval, el Coronel tanquista, ordeno detener a los blindados, es que un llamado del General Ongania y el ascendente Coronel Lanusse le hicieron reconsiderar para la venganza, por temor a que el pueblo de Punta Indio sea victima de los combates .

Pasaron toda la noche apostados frente a la base aérea, con los cañones siempre apuntando al objetivo, hasta que el ruido ensordecedor de los bombarderos de la Fuerza Aérea "leal" contraatacó sobre la base aérea de Punta Indio, librándose una batalla aire tierra descomunal.
Cuando los blindados del 8 entraron en la base ya no había nada que hacer.
En tierra había destruidos 24 aviones navales; 5 infantes de marina habían muerto y su jefe el Capitán de navío, Sabarots  se escapaba al Uruguay.

Dos días después las fuerzas el alzamiento de los colorados, pergeñadas por el Almirante Rojas, había  fracasado, los rebeldes capitularon el 5 de Abril ante el Gobierno.